EUROPA
PRESS
13 julio
2016
Los pelirrojos constituyen entre el 1 y el 2 por ciento de la
población mundial. Una minoría que presenta, además, una piel más blanca y
pecas que a muchos les resultan atractivas. Sin embargo, una nueva
investigación ha relevado un posible lado negativo a estas características.
Científicos del Wellcome Trust Sanger Institute y la Universidad de Leeds,
ambos en Reino Unido, han demostrado que las variantes genéticas asociadas con
el pelo rojo, la piel pálida y las pecas están vinculadas a un mayor número de
mutaciones genéticas en los cánceres de piel. La carga de mutaciones asociadas
con estas variantes es comparable a un extra de 21 años de exposición al sol en
personas sin esta variante.
El trabajo, publicado en la
revista 'Nature Communications', mostró que incluso
una sola copia de la variante genética asociada al pelo rojo MC1R incrementó el
número de mutaciones en el cáncer de piel no melanoma; la forma más grave de
cáncer de piel. Muchas personas que no tienen el pelo rojo llevan estas
variantes comunes y el estudio muestra que cada uno debe tener cuidado con la
exposición solar.
Los pelirrojos suponen
aproximadamente el 6 por ciento de la población de Reino Unido. Esta población
tiene dos copias de una variante del gen MC1R que afecta al tipo de pigmento
melanina que producen, dando lugar a pelo rojo, pecas, piel pálida y una fuerte
tendencia a quemarse bajo el sol.
El doctor David Adams, investigador principal en el Instituto Wellcome Trust Sanger, subraya:
"Se ha sabido desde hace tiempo que una persona con el pelo rojo tiene una
mayor probabilidad de desarrollar cáncer de piel, pero ésta es la primera vez
que se demuestra que el gen está asociado con cánceres de piel con más
mutaciones.
"Inesperadamente,
también mostramos que las personas con una sola copia de la variante del gen
todavía presenta un número mucho mayor de mutaciones tumorales que el resto de
la población. Éste es uno de los primeros ejemplos de un perfil genético común
que tienen un gran impacto en un genoma de cáncer y podría ayudar a identificar
mejor a las personas en mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel",
señala.
Los investigadores
analizaron conjuntos de datos de secuencias de ADN de tumores públicamente
disponibles recogidos de más de 400 personas y hallaron un promedio de un 42
por ciento más mutaciones asociadas al sol en los tumores de las personas que
llevan la variante genética.
El profesor Tim Bishop, autor principal y director del Instituto Leeds de Cáncer y Patología de la Universidad de Leeds, dice: "Es el primer estudio en examinar cómo el
gen MC1R heredado afecta al número de mutaciones espontáneas en los cánceres de
piel y tiene importantes implicaciones a la hora de entender cómo se forman los
cánceres de piel".
"Sólo ha sido posible
gracias a los datos disponibles a gran escala. Se secuenciaron los tumores en
Estados Unidos a partir de pacientes en todo el mundo y los datos eran de libre
acceso para todos los investigadores. Este estudio ilustra lo importante que es
la colaboración internacional y el acceso público y gratuito a los conjuntos de
datos para la investigación", agrega.
Protección de los rayos UV, importante para todos
La exposición a la luz ultravioleta
de la luz solar o de camas de bronceado daña el ADN y se cree que el tipo de
pigmento de la piel asociado con los pelirrojos podría permitir que más UV
alcance el ADN. El estudio reveló que la variación del gen MC1R no sólo elevó
el número de mutaciones espontáneas causadas por la luz ultravioleta, sino que
también incrementó el nivel de otras mutaciones en los tumores. Esto sugiere
que existen procesos biológicos en el desarrollo del cáncer en las personas con
la variación MC1R que no están exclusivamente relacionados con la luz
ultravioleta.
La doctora Julie Sharp, jefa de Información del Paciente y la Salud en el 'Cancer Research UK', dice:
"Esta importante investigación explica por qué las personas pelirrojas
tienen que ser tan cuidadosas a la hora de protegerse del sol y subraya que no
es sólo las personas con el pelo rojo las que necesitan protegerse del exceso
de sol. Las personas que tienden a quemarse en lugar de broncearse, o que
tienen la piel blanca, el pelo o los ojos claros, o que tienen pecas o lunares
también están en mayor riesgo".
"Para todos nosotros,
la mejor manera de proteger la piel cuando el sol está fuerte es estar a la
sombra entre 11 de la mañana y las tres de la tarde y cubrirnos con camiseta,
sombrero y gafas de sol. El protector solar ayuda a proteger las partes que
quedan descubiertas y debe usarse al menos uno con SPF15, aplicar grandes
cantidades de la crema y volver a ponerse con regularidad", aconseja.